jueves, 12 de enero de 2017

La generación sin nombre




           Es hora que se escriba ya del nuevo fenómeno que se está generando ahora mismo y en el que nosotros, los jóvenes, somos protagonistas. Se está gestando una nueva poesía y no somos conscientes realmente de lo que eso supone, creo yo. Ya no solo en lo literario, sino en lo sociológico, en lo referente a los "gustos del consumidor". Y como bien dice el autor del artículo, la poesía de la experiencia (esa que un día fundó entre otros, Montero) ha muerto, porque todo tiene su momento y todo pasa. Ahora son los "hijos de la nuevas tecnologías" esos que un día leyeron - Dios quiera - a Irribarren, Wolfe, Reichmann, Bukowski, Kerouac, Cuenca, Prado y a un largo etcétera, quienes alzan su bandera. ¿Que está nueva poesía es una mierda? Probablemente, pero también lo era la novela romántica, el folletín o la literatura costumbrista comparado con lo que se venía haciendo antes, y ahí está, se estudia, porque es el reflejo de una época y nos sirve para conocerla.

Si nos fijamos, ahora, en la lista de los más vendidos lidera la poesía, porque los jóvenes la devoran. La poesía ha dejado de dar miedo. ¡Porque ya está bien de aristocratizarla! La poesía siempre fue integradora, y existe desde los albores para hacernos sentir identificados, para hacer que no nos sintamos tan solos entre tanta gente.
Los filólogos y aquellos que trabajan de la crítica tenemos/tienen al fin la ventaja de conocer al autor y de descubrir los motivos que lo llevan a escribir, sus referentes y modelos y las motivaciones que lo mueven a expresarse a través del formato poético (o lo que ellos entienden por este formato). Exprimamos eso, no nos dediquemos solamente a prestar atención en lo muertos.

Pese a quien le pese, el escritor ha pasado de ser un relegado social, a ser un modelo social que tiene la posibilidad de vivir de lo que le gusta, y no siempre se ha podido decir esto. 
¿Qué es poesía? pregunta el autor que nos traslada a la eterna cuestión becqueriana. Poesía es mercado (merchandaising como postula Diego), y lo lleva siendo desde el siglo XVIII, sólo que ahora este concepto ha alcanzado su máxima expresión. 
Ante nosotros tenemos un nuevo concepto de poesía, un nuevo y ávido público se despierta de ese letargo casi medievalesco. El que suponga una desvalorización o una degradación de la literatura es secundario. Es hora de mirar a la cara de la Poesía desde la producción y la difusión y por supuesto del contenido de esas letras, y dejar atrás tanto formalismo rancio e insulso.

En esos versos estamos nosotros y nuestras inquietudes de acuerdo al mundo que nos ha tocado vivir. Y aunque indudablemente no estén a la altura del arte de Góngora (las preocupaciones del siglo XVII eran otras muy distintas), son el reflejo y sombra de una era. Y Góngora y sus coetáneos un día también lo fueron, lo son.

Que la literatura tenga la capacidad de ser uno de los principales vehículos de una época, por muy desolador que pueda parecer, es algo, al menos para mí, tremendamente extraordinario.



  > http://www.oculta.es/opinion/poesia-nuevos-poetas/ 


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