miércoles, 30 de octubre de 2019

Cuestionario Proust


¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?

Me es imposible concebir la idea de felicidad perfecta (quien sepa cuál es, entonces es que tiene la fortuna de conformarse con poco) Concibo sí, la idea del ser humano buscando la felicidad "perfecta". Pienso que existen momentos felices, cuadros costumbristas, vermús de domingo que se solapan, trabajar de lo que te apasiona, quedar con unos pocos amigos, poder hacer alguna que otra escapada. Levantarse sin mirar el reloj, hacer el amor.


¿Es un día soleado la felicidad? ¿Son las gentes que viven en los trópicos más felices en general?

Pues por experiencia propia, cada vez estoy más convencida de que sí. He vivido en lugares más húmedos donde llovía prácticamente todos los días y he vivido y estado en lugares donde hacia más sol y más calor. La lluvia sirve para limpiar, y el sol para ver. Ver nos ayuda a conocer las cosas, a sentirnos estables, despiertos, frescos. Si lo piensas así, tanto la lluvia como el sol son indisolubles, pero en este caso habría que darle esquinazo a Horacio cuando mencionaba la importancia del equilibrio. No hay yin y yang, sino mañanas de sol, fotos de atardeceres, un mar enteramente azul claro. En mi caso miro a las personas y las cosas a través de la luz que reflectan, me permite retenerlas y, por tanto, disfrutarlas más y mejor. Vivo obsesionada con la imagen, con sus bordes, para mí que haga sol es indispensable.


¿Cuál es su viaje favorito?

El que traza la nostalgia, volver sobre mis pasos y detenerme.
También Río, en avión, me encanta viajar en avión.


¿Cuál es su gran miedo?

Morir sin dejar huella. 
El Alzheimer. 


¿Cuál es el rasgo que más le desagrada de sí mismo?

El mal orgullo. La vergüenza de ser vista en situaciones de debilidad.


¿Cuál es el rasgo que más le desagrada de los demás?

La hipocresía, hablar por hacer ruido. 


¿Quién es la persona viva a la que más admira?

Mi pareja, por su luz natural, por su positivismo y humildad ante la vida. A mis amigos, por soñar en el tiempo que les ha tocado a pesar de no pertenecer a este tiempo. A mis padres, por su esfuerzo. 


¿Cuál es su mayor extravagancia?

Mi debilidad por la luz. Ver el sexo como algo estético.


¿Cuál es su estado de ánimo actual?

Límbico, fronterizo. 


¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?

La madurez.


¿En qué ocasiones recurre a la mentira?

En la literatura.


¿Qué persona viva le inspira más desprecio?

Abascal, Bolsonaro, Trump. Todas aquellas personas que apelan al odio y a la guerra mientras otros ejecutan. 


¿Qué o quién es el amor de su vida?

Mi hermana. La quería antes de nacer y la querré siempre.


¿Cuándo y dónde fue más feliz?

Cuando cursé mi máster en Madrid y conocí a un grupo de personas maravillosas con las que compartí mi amor por la literatura, que es la vida. Conocí una ciudad por la que hoy mantengo un duelo. Ahí descubrí que una no solo se enamora de personas, sino también de personas que son lugares y viceversa.


¿Qué talento le gustaría tener?

Buena memoria. No como Funes, pero casi.
Saber tocar un instrumento: la batería (para traducir el ritmo), la guitarra (para tener con quien hablar cuando se está solo).


¿Cuál es su pasatiempo favorito?

Observar, dejarme sorprender. Hablar con gente que conozco y que no conozco. 


Si pudiera cambiar una cosa de usted, ¿qué elegiría?

La falta de confianza.


¿Cuál considera que es su gran logro?

Conservar la sinceridad conmigo y con la gente que me rodea. Me considero fiel a mis principios, confío en que eso existe, y saber hacer autocrítica cuando es preciso, tomarme mis tiempos y mis espacios. Saber respirar, aunque a veces cueste.


¿Dónde le gustaría vivir?

En la saudade.


¿Cuál es su bien más preciado?

Mi memoria.


¿Cuál es para usted la máxima expresión de la miseria?

La gente que se lucra a través de la desgracia ajena. Recuerdo que hace unos meses fui a la inauguración de una exposición de fotografía que decía destinarse a crear conciencia. Vi fotos muy duras en las paredes y en la sala, grupos de personas bastante mayores peleándose por el catering y bebiendo vino a raudales. En la pared una niña era inmolada, al otro lado un niño desnutrido. Yo también bebí vino ese día, hasta que vi lo que sucedía y me fui. La expresión de la miseria es el momento en el que te das cuenta de que eres igual de miserable que el resto. 


¿Cuál es su ocupación favorita?

Observar, retener, elucubrar.


¿Qué es lo que más valora en sus amigos?

La predisposición.


¿Cuáles son sus nombres favoritos?

Los que les pongo a las motas de polvo. 


¿Cuál es su gran pesar?

La presión social e individual. La globalización, el capitalismo, el fascismo, el machismo… ¿cuándo los -ismos dejaron de ser positivos?


¿Quiénes son sus escritores favoritos?

María Zambrano, Clarice Lispector, Hélène Cixous, Tabucchi, Dostoyevski, Kawabata, Pessoa, Gabriel García Márquez, Horacio Quiroga, Ribeyro… y las que vendrán.


¿Quién es su héroe de ficción?

Macabea, en La hora de la estrella. Aunque no tengo claro del todo si fue un personaje de ficción, pero sin duda fue una heroína. 


¿Qué es lo que más le disgusta?

La apatía, gente que trabaja de lo que no le gusta, la falta de pasión. 


¿Qué es lo que más le gusta de su apariencia?

Mi humor.


¿Cuál es la cualidad que más le gusta en un hombre?

Que acepte sus cualidades de mujer.


¿Y en una mujer?

Que acepte sus cualidades de hombre.


¿De qué es lo que más se arrepiente?

De mi inconstancia.


¿Qué palabras o frases utiliza con demasiada frecuencia?

Fluir.
Apelativos y variantes de cucu, cuqui ... 


Si muriese y pudiera reencarnarse, ¿qué sería?

Un pájaro. Un loro o un vencejo, estos últimos nacieron para volar, sus alas fueron concebidas estrictamente para ello y se pasan toda su vida volando. Duermen volando, hacen el amor volando, y yo, aspiro a hacer el amor volando. 


¿Cómo le gustaría morir?

De vieja, con vistas a los Valles Pasiegos, o algún monte verdísimo.


¿Cuál es su lema?

Aprecia los detalles. Lo más importante no es lo que se mira, sino cómo se mira.