domingo, 26 de febrero de 2023

 

II

Te observé enlucido por una gruesa capa de moho.

Cuán impostado mi acto. Recargando nuevamente la imagen

Para beneficio y consumo propio.

Nunca lo pensé así, pero así fue: nacer por arte y composición literaria.

El otro día leí a Peri Rossi que decía: la literatura nos separó,

todo lo que supe de ti, lo aprendí en los libros,

y a lo que faltaba, yo le puse palabras.

Quizá sea motivo de consolación. Un puro reverberarse.  

 

Sonaría perfecto de no ser por un matiz: la deixis.

allá en el dedo hay una señalización que me circunda,

que me atosiga, y me abriga.

La cuerda que me afuega, y dilata la despersonalización.

Lo dije una vez y repito: eres de mentira.

 

Me acuesto en la cama con el miedo a despertar

Y ver tu figura al otro lado de la pared.

Totalmente desnuda de significante.

De no reconocerme. Qué triste. De no reconocerte.

¿En qué momento tuve que tenerte (presente) para reconocerme?

 

La despersonalización se ha convertido en una introspección malograda,

En este desértico y vasto humedal de pienso para vagabundos.

 

Yo, ahora, soy más yo que nunca,

Y tú eres,

A fin de cuentas,

pura invención literaria,

eres por una razón concreta

pero sin ser libre.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario